Momentos y libros

Momentos y libros

(En el Día Internacional del Libro)
Cada cual tiene su historia con los libros y la lectura. Me encantaría tener fotos de todos los momentos fundamentales en mi relación con la palabra escrita pero solo cuento con la memoria como archivo impreciso y traicionero.
Ahí están mi mamá bajando del mueble alto del living uno de aquellos tomos enormes llenos de fotos de La historia de las razas humanas; mi maestra de tercer grado, invitándome a curiosear en la biblioteca del colegio durante los recreos; la de quinto grado, que puso en mis manos el primero de García Márquez que leí; y la profesora de literatura del secundario, quien me abrió las puertas de su taller literario, un refugio en mi adolescencia. Ahí está también mis primeros intentos por leer el diario, que siempre terminaban (o empezaban) en el suplemento literario.Ahí está mi papá, pagando la suscripción a una revista literaria; mi amiga Beatriz que me acompañó palabra a palabra en el primer libro que publiqué; las bibliotecarias que me dejaban sacar más libros de los permitidos cuando no podía comprar nada; el pibe copado de una librería (cuyo nombre no diré) que me dejaba pagar uno y cambiarlo dos veces; mi tío, que me ayudó a corregir tantos cuentos dispersos y me dijo «Esto puede ganar concursos». Y ahí, siempre, Paul, leyéndome incansable desde el primer día.
Y al hacer este relato tomo conciencia de cuánta gente construyó este camino conmigo y que los libros fueron para mí, más que ninguna otra cosa, una historia de encuentros y relaciones.
Tal vez por eso sigo leyendo: para seguir encontrándome.